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Solucionati
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M
ucho antes de que se extendiera este término a la
condición humana, se hablaba de resiliencia para referirse a
la capacidad que poseen algunos metales de doblarse y
luego volver a su posición inicial cuando se deja de ejercer
presión sobre ellos. Esa cualidad les con ere una posibilidad
aún mayor de conservar su integridad que la que les da la
sola resistencia, pues gracias a ese componente elástico,
pueden soportar una presión mayor sin romperse.
Y cuánta presión es capaz de soportar nuestro cuerpo físico
sin "romperse"?
Si nuestros sistemas de defensa y resistencia a la lesión
fueran puramente mecánicos, si funcionáramos como una
máquina , un mecanismo cerrado, seguramente no mucha .
Cada parte de nosotros tendería al deterioro , la descom-
posición y la desaparición literal secundaria a la "necrosis" o
muerte celular, estaríamos condenados a las leyes de la
entropía si no se pusieran en marcha maravillosas secuen-
cias de eventos que en primera instancia identi can, y
clasi can al agresor para crear barreras dinámicas, físicas,
químicas, para evitar que haga daño en nosotros.
El primer fenómeno que observamos es entonces el de
COOPERACIÓN y COMUNICACIÓN . Si recibimos un golpe en
el dedo meñique del pie derecho con la puerta entre
abierta que no vimos y la fuerza es considerable (casi
siempre es así, o a quién no le ha pasado) , la sola barrera de
piel y tejido muscular no es su ciente para evitar el daño y
los grupos de células que hacen parte de ese dedito no
podrían encargarse solas de mantener su integridad si
actuaran aisladas, se pondría en peligro esa parte de
nuestro cuerpo. Esto es lo que pasa en el denominado pie
RESILIENCIA Y SALUD
Maria del Pilar Salazar Cataño
de diabético, en el cual por daño microvascular queda sin el
adecuado aporte de oxigeno la terminal nerviosa sensitiva ,
la encargada de avisar de la lesión al cerebro por medio del
dolor , dejando "desconectado" el pie de la acción de todos
los mecanismos de protección y reparación pudiendo
perderse el dedo en nuestro ejemplo, si el daño es de
consideración.
Si los mecanismos son adecuados, las terminales nerviosas
informan al cerebro de que existe un problema, lo que
genera un re ejo de retiro,(quitamos rápida y enérgica-
mente el pie o la impertinente puerta de nuestro camino),
nuestro cuerpo se ha puesto a salvo. Aquí tenemos una
lección más de nuestro inteligente cuerpo, se requiere la
CONCIENCIA DE ESTAR SIENDO AGREDIDO, DARSE CUENTA
DE QUE SE HAN REBASADO NUESTROS LÍMITES PARA DEJAR
DE EXPONERSE , SANAR Y CONTINUAR.
Ahora que está nuestro pie lejos de el agente causante de la
lesión, viajan a través de la sangre células que vienen a
enterarse de la intensidad y de la calidad del daño , y de si
persiste la agresión de cualquier naturaleza,(un pedazo de
madera que se hubiese quedado clavado por ejemplo), se
activan mecanismos de reparación y cicatrización en el caso
de que hubiera salido herida nuestra piel o fracturado
nuestro huecesito
En la mayoría de los casos se logra el cometido, al cesar la
"presión" y gracias a esta magní ca capacidad de respuesta,
en muy pocos día o semanas, dependiendo de la intensidad
del estímulo, nuestro cuerpo vuelve a un estado funcional
óptimo, el órgano u órganos alterados se integran a la
dinámica general y recuperamos el estado de equilibrio,
también llamado homeostasis como algunos felizmente
recordarán de sus clases de biología.
Pero pasa esto sólo con los traumas físicos?, NO!, poseemos
mecanismos increíbles que detectan agentes infecciosos
como virus o bacterias, tenemos los que detectan cambios
en la cantidad y calidad los líquidos corporales, de nuestras
hormonas, y también tenemos nuestros sistemas de adap-
tación al estrés que responden a emociones causadas por
"agresiones" que están en las imágenes mentales de lo que
recordamos o de lo que anticipamos, así, pueden nuestros
sistemas estar detectando un daño constante cuando
recreamos imágenes que nos causan resentimiento.
Somos RESILIENTES entonces por naturaleza?, como vimos,
si fuéramos sólo "resistentes" si no mantuviéramos un
equilibrio dinámico, si cada una de nuestras células no se
adaptara a las cambiantes dinámicas que nos exige la
interacción, poco duraríamos sobre este planeta tierra.
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